Comer galletitas de salvado en pleno verano es, no raro, pero, no sé, no te quita el calor, no te quita el mal humor... No te quita el pensamiento de 'Oh, tengo que bañarme'. No te quita el sentir la ropa pegoteada en tu cuerpo, no te quita el saber que están haciendo ni más ni menos que 37º C. No te quita el hecho de querer ver a ese muchachote. No me quita el hecho de querer sacar fotos y de escuchar música. No me quita el hecho de comer galletitas de salvado.