Luego de eso, todo te sale mal, todo lo que haces, está mal. No hay vuelta atrás, y hay que remarla.
Moretones, por así decirlo, todavia me quedan de esas desastrosas caídas. Caídas familiares, individuales.
Pero yo creo que, ahora, estoy en pie. Aunque la falsedad estuvo al asecho todo el tiempo, aunque siempre hubo esa gota que rebalsó el vaso, sigo de pie, con la cabeza en alto, muy orgullosa de mi misma, de mi vida, de la gente que tengo al lado.
Te pueden tirar 50 veces abajo, pero 100 veces te vas a levantar, porque ya sabes como hacerlo, por si acaso.
Aunque esto es más que un moretón, es un corte, que deja marca permanente, sé que voy a ver ese corte, y en un futuro, lo voy a recordar, y vos a estar orgullosa de haber pasado todo.
"Perdono el momento vivido".
(Gracias Irene).